Hiposexualidad: En el Mundo, Tres de Cada Diez lo Padecen
La hiposexualidad se puede definir como aquella condición en la que una persona manifiesta o experimenta una muy pobre necesidad de tener relaciones sexuales por una condición especial de salud física que no permite la aparición natural del deseo.
La hiposexualidad entonces hace referencia a condiciones, usualmente estructurales y particularmente endocrinas, en las que la frecuencia deseada para mantener relaciones sexuales es muy escasa o nula haciendo disfuncional la vida sexual de pareja.
El Bajo Deseo Sexual (BDS), por el contrario, es muy frecuente y obedece a seis explicaciones más mundanas:
- Su pareja no le despierta deseo sexual (en términos populares: no le genera química…) y por lo tanto, no se manifiesta con una frecuencia sexual alta.
- Con su pareja no tienen una buena ejecución sexual, por lo que no hay recompensa que motive la iniciativa y aumente la frecuencia.
- La comunicación es deficiente en este terreno, debido a múltiples complicaciones acontecidas entre ambos.
- Quien padece de hiposexualidad, está lleno de mitos que le impiden una sexualidad más plena con su pareja.
- La persona con bajo deseo sexual puede experimentar constantes temores y angustias durante su vida respecto al tema de sexualidad debido a aprendizajes familiares.
- Son personas muy rígidas en su trato y no permiten expresarse a sí mismos, como tampoco a la pareja, manifestar sus necesidades sexuales. Temen experimentar cualquier área en su vida. Se mantienen firmes en todo lo relacionado a su persona. Son serviciales, se mortifican, reflexivos, obsesivos y se atemorizan por pequeñeces debido a su intolerancia y carencia de audacia.
El término no es muy conocido, pero la situación que lo describe sí: Una mujer que con toda clase de excusas le huye por meses (o años) a una relación sexual con su pareja. Un esposo que después de aceptar a regañadientes un encuentro sexual con su mujer se duerme en el momento más importante, o una persona joven que rara vez fantasea o se masturba.
Todas estas características sirven para describir a los hiposexuales, personas que tienen un bajísimo, casi nulo, deseo sexual, debido especialmente a deficiencias en las hormonas que producen el deseo o la excitación sexual o a un desinterés absoluto por el tema.
Se diferencian de quienes padecen de un episodio de falta de deseo -por enfermedad, líos financieros, infidelidad o duelos- que en su caso, la falta de entusiasmo por el tema no es pasajera, sino permanente y claramente distintiva de su forma de ser. Ellos, simplemente, no piensan en sexo.
HAY TRES TIPOS DE PERSONAS HIPOSEXUALES:
LOS SOCIABLES: Son excelentes personas, buenos conversadores y muy sociables. Suelen establecer relaciones sentimentales y, ocasionalmente, sexuales, aunque su agrado por el tema sea nulo. Lo común es que se casen.
LOS APRAGMÁTICOS: Son aquellos que nunca aprenden a tener contacto físico o sentimental con los demás seres humanos y a quienes por ello se les dificultan los encuentros sexuales. Provienen de hogares en que las manifestaciones físicas de amor o cariño eran nulas. Otra de las razones de su comportamiento puede ser por la costumbre de poner una especie de velo a toda expresión erótica.
LOS ANHEDÓNICOS: Son muy similares a los anteriores, pero pueden venir de un hogar cálido y amoroso. Son personas que no tienen novio ni novia ni ningún tipo de relación. Generalmente son seres solitarios.
La Terapia de Pareja ofrece entonces, a los consultantes por BDS (Bajo Deseo Sexual) una reflexión inteligente sobre lo que es la vida de los dos en todas las áreas de ajuste; la importancia que tiene la parte sexual para cada uno de ellos y las alternativas de solución para estructurar y adelantar el acompañamiento pertinente.