Hiposexualidad: En el Mundo, Tres de Cada Diez lo Padecen

Hiposexualidad: En el Mundo, Tres de Cada Diez lo Padecen

La hiposexualidad se puede definir como aquella condición en la que una persona manifiesta o experimenta una muy pobre necesidad de tener relaciones sexuales por una condición especial de salud física que no permite la aparición natural del deseo.

La hiposexualidad entonces hace referencia a condiciones, usualmente estructurales y particularmente endocrinas, en las que la frecuencia deseada para mantener relaciones sexuales es muy escasa o nula haciendo disfuncional la vida sexual de pareja.

El Bajo Deseo Sexual (BDS), por el contrario, es muy frecuente y obedece a seis explicaciones más mundanas:

  1. Su pareja no le despierta deseo sexual (en términos populares: no le genera química…) y por lo tanto, no se manifiesta con una frecuencia sexual alta.
  2. Con su pareja no tienen una buena ejecución sexual, por lo que no hay recompensa que motive la iniciativa y aumente la frecuencia.
  3. La comunicación es deficiente en este terreno, debido a múltiples complicaciones acontecidas entre ambos.
  4. Quien padece de hiposexualidad, está lleno de mitos que le impiden una sexualidad más plena con su pareja.
  5. La persona con bajo deseo sexual puede experimentar constantes temores y angustias durante su vida respecto al tema de sexualidad debido a aprendizajes familiares.
  6. Son personas muy rígidas en su trato y no permiten expresarse a sí mismos, como tampoco a la pareja, manifestar sus necesidades sexuales. Temen experimentar cualquier área en su vida. Se mantienen firmes en todo lo relacionado a su persona. Son serviciales, se mortifican, reflexivos, obsesivos y se atemorizan por pequeñeces debido a su intolerancia y carencia de audacia.

El término no es muy conocido, pero la situación que lo describe sí: Una mujer que con toda clase de excusas le huye por meses (o años) a una relación sexual con su pareja. Un esposo que después de aceptar a regañadientes un encuentro sexual con su mujer se duerme en el momento más importante, o una persona joven que rara vez fantasea o se masturba.

Todas estas características sirven para describir a los hiposexuales, personas que tienen un bajísimo, casi nulo, deseo sexual, debido especialmente a deficiencias en las hormonas que producen el deseo o la excitación sexual o a un desinterés absoluto por el tema.

Se diferencian de quienes padecen de un episodio de falta de deseo -por enfermedad, líos financieros, infidelidad o duelos- que en su caso, la falta de entusiasmo por el tema no es pasajera, sino permanente y claramente distintiva de su forma de ser. Ellos, simplemente, no piensan en sexo.

HAY TRES TIPOS DE PERSONAS HIPOSEXUALES:

LOS SOCIABLES: Son excelentes personas, buenos conversadores y muy sociables. Suelen establecer relaciones sentimentales y, ocasionalmente, sexuales, aunque su agrado por el tema sea nulo. Lo común es que se casen.

LOS APRAGMÁTICOS: Son aquellos que nunca aprenden a tener contacto físico o sentimental con los demás seres humanos y a quienes por ello se les dificultan los encuentros sexuales. Provienen de hogares en que las manifestaciones físicas de amor o cariño eran nulas. Otra de las razones de su comportamiento puede ser por la costumbre de poner una especie de velo a toda expresión erótica.

LOS ANHEDÓNICOS: Son muy similares a los anteriores, pero pueden venir de un hogar cálido y amoroso. Son personas que no tienen novio ni novia ni ningún tipo de relación. Generalmente son seres solitarios.

La Terapia de Pareja ofrece entonces, a los consultantes por BDS (Bajo Deseo Sexual) una reflexión inteligente sobre lo que es la vida de los dos en todas las áreas de ajuste; la importancia que tiene la parte sexual para cada uno de ellos y las alternativas de solución para estructurar y adelantar el acompañamiento pertinente.

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