Alcoholismo y Drogas
El alcohol es una sustancia considerada como depresor del sistema nervioso central y desinhibidor de la conducta. El consumo del alcohol data desde 3000 años antes de Cristo, pero el proceso de destilación aplicado a las bebidas fermentadas se remota alrededor del año 800 después de Jesucristo. La llegada de los puritanos a América en 1620 introdujo la práctica de beber alcohol, en esa época se dificultaba la adquisición del agua potable, por lo que era común consumirlo hasta en las comidas.
En México desafortunadamente no está exenta su utilización y así como en el mundo, el problema del consumo y alcoholismo en la población, repercute en accidentes viales y laborales, sobre todo en ciudadanos de edades jóvenes, en riñas, muertes, violencia intrafamiliar, ausencia laboral, separaciones y divorcios en las parejas, etc. El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal.
Existen varios factores que inciden en una persona para que ingrese al ámbito del alcoholismo, los cuales son: Causas genéticas, culturales, sociales, psicológicas (ansiedad, depresión, duelos no elaborados, necesidades no cubiertas, que pueden ser desde la infancia o actuales, etc.), permisividad del consumo en el ámbito familiar, reuniones con su grupo de pares, y otros más.
El empleo del alcohol en cantidades moderadas no es el problema, es cuando la ingesta sobrepasa los límites que el organismo ya no tolera y esto es debido a la sensibilidad de cada individuo y en función a las motivaciones para su injerencia. Una de las complicaciones más frecuentes que perturba a las parejas es el consumo de alcohol en uno de ellos, o en algunos casos en ambos, provocando serios conflictos en la relación ya que el alcohol reduce los niveles de la hormona masculina, testosterona, factor que contribuye a la impotencia sexual en los hombres, -elemento trascendental en las relaciones de las parejas.
No se exhume el consumo de sustancias ilícitas (drogas ilegales) para la afectación en la relación de las parejas, que es otro factor determinante para el conflicto. Sin embargo, tanto el empleo del alcohol como las drogas ilegales, existen relaciones codependientes de los familiares y/o personas cercanas que favorecen la incesante utilización de tales sustancias, -ya de por sí complicadas de erradicar-, por el reforzamiento mismo de la sustancia (el placer) la dependencia y tolerancia que se adquiere, la compulsión, como de los apremios que se propagan en los contornos sociales en que se relaciona el sujeto. El alcoholismo en la mujer son, que la misma dosis de alcohol produce mayor efecto en la mujer que en el hombre y que la mujer desarrolla más rápidamente la adicción que los hombres. Una vez digerido el alcohol se absorbe en parte en el estomago y en el intestino delgado donde el alcohol se metaboliza mediante la enzima Alcohol Deshidrogenasa Gástrica ( ADH ). La actividad de esta es menor en la mujer lo que contribuye a que a iguales cantidades de alcohol en esta se alcancen mayores concentraciones en sangre que en el varón.
Además el alcohol impacta severamente sobre el desarrollo del aparato reproductor de la mujer en las etapas prepuberal y puberal, aún en cantidades consideradas moderadas. El consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de mama. El consumo crónico de alcohol genera menopausia precoz, osteoporosis, amenorrea e infertilidad con disminución del tamaño de los ovarios.