Feminismo radical
Algunas autoras ubican los inicios del feminismo a fines del siglo XIII, cuando Guillermine de Bohemia, planteó crear una iglesia de mujeres. Otras rescatan como parte de la lucha feminista a las predicadoras y brujas, pero es recién a mediados del siglo XIX cuando comienza una lucha organizada y colectiva. Las mujeres participaron en los grandes acontecimientos históricos de los últimos siglos como el renacimiento, la revolución francesa y las revoluciones socialistas, pero en forma sometida. La lucha de la mujer comienza a tener finalidades precisas a partir de la revolución francesa, ligada a la ideología igualitaria y racionalista a las nuevas condiciones de trabajo surgidas a partir de la revolución industrial.
Olimpia de gouges, en su “declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana” (1791), afirma que los “derechos naturales de la mujer están limitados por la tiranía del hombre, situación que debe ser reformada según las leyes de la naturaleza y la razón”. La revolución francesa no cumplió con sus demandas, y ellas aprendieron que debían luchar en forma autónoma para conquistar sus reivindicaciones.
Aunque en general sus líderes fueron mujeres de la burguesía, también participaron muchas de la clase obrera. Ee.uu. E inglaterra fueron los países donde este movimiento tuvo mayor fuerza y repercusión. En el primero, las sufragistas participaron en las sociedades antiesclavistas de los estados norteños.
En gran bretaña las peticiones de las sufragistas provocan desde el siglo XIX algunos debates parlamentarios. El problema de la explotación de mujeres y niños en las fábricas vinculó al movimiento con el fabianismo (la sociedad fabiana fundada el 4 de enero de 1884 en londres, es un movimiento socialista británico cuyo propósito es avanzar en la aplicación de los principios del socialismo mediante reformas graduales), planteando requerimientos por mejoras en las condiciones de trabajo.
Al finalizar la segunda guerra mundial, las mujeres consiguieron el derecho al voto en casi todos los países europeos, pero comparablemente se produjo un descenso de las luchas feministas.
A finales de la década de los sesenta se vivía, especialmente en estados unidos, el descontento con el sistema capitalista. El que se denominó «sueño dorado» tocaba a su fin con la muerte de kennedy, las guerras en el sudoeste asiático y la falta de confianza en los gobiernos.
El feminismo radical es una corriente feminista que surge en estados unidos a finales de los años 60’s y continúa en la década de los 70’s que sostiene que la raíz de la desigualdad social en todas las sociedades hasta ahora existentes ha sido el patriarcado, la dominación del varón sobre la mujer. Esta corriente se centra en las relaciones de poder que se organizan en la sociedad, construyendo la superioridad masculina, entre otras cuestiones debido al papel reproductivo del hombre y la mujer. Se denomina feminismo radical porque se propone buscar la raíz de la dominación.
Las radicales tomaron camino de los movimientos de izquierdas de los años sesenta, que relacionaban el feminismo al socialismo y la democracia, para extender la lucha contra el patriarcado de lo económico y público a lo social y privado. De esta corriente han derivado, entre otras, el feminismo cultural.
En américa latina el voto no tuvo la misma relevancia que en los ee.uu. Y europa. En argentina, desde sus comienzos, las luchas de las mujeres por sus derechos se dividieron en una corriente burguesa y otra de tendencia clasista y feminista.
El denominado “nuevo feminismo”, comienza a fines de los sesenta en los ee.uu. Y europa, y se extiende dentro de los movimientos sociales surgidos durante esa década en los países más desarrollados. Los ejes temáticos que plantea son:
• la redefinición del concepto de patriarcado
• el análisis de los orígenes de la opresión de la mujer
• el rol de la familia,
• la división sexual del trabajo
• trabajo doméstico
• la sexualidad
• la reformulación de la separación de espacios público y privado
• el estudio de la vida cotidiana
El nuevo feminismo asume como desafío demostrar que la naturaleza no encadena a los seres humanos y les fija su destino: “no se nace mujer, se llega a serlo”. Se reivindica el derecho al placer sexual por parte de las mujeres y se denuncia que la sexualidad femenina ha sido negada por la supremacía de los varones, rescatándose el derecho a la libre elección sexual. Por primera vez se pone en entredicho que – por su capacidad de reproducir la especie- la mujer deba asumir como mandato biológico la crianza de los hijos y el cuidado de la familia.
El feminismo radical sostiene que la mayor contradicción social se produce en función del sexo y defiende una confrontación. Las mujeres estarían oprimidas por las instituciones patriarcales que tienen el control sobre ellas y, fundamentalmente, sobre su reproducción.
El feminismo radical tiene como objetivos centrales:
• retomar el control sexual y reproductivo de las mujeres
• aumentar su poder económico, social y cultural
• destruir las jerarquías y la supremacía de la ciencia
• crear organizaciones no jerárquicas, solidarias y horizontales
• otro rasgo principal es la independencia total de los partidos políticos y los sindicatos
En américa latina, más allá de las múltiples diferencias y mezclas entre las corrientes internas puede concentrar un feminismo más institucionalizado (en donde las mujeres se agrupan dentro de organizaciones y en los partidos políticos), y un feminismo más autónomo y radical.
Entre los principales riesgos por los que atraviesan los feminismos hoy, podemos destacar los siguientes:
• falta de aclaración de propuestas colectivas pronunciadas desde las sociedades civiles y ausencia de canales de diálogo que ubiquen al feminismo como sujeto de diálogo válido
• establecimiento de técnicas y prácticas por parte de los gobiernos y organismos internacionales
• no perder de vista las luchas internas y desarticulación de propuestas
• posturas demasiado rígidas y posibles que se alejan de los movimientos populares
En síntesis, podemos decir que en latinoamérica la principal tensión reside en cómo mantener la radicalidad del pensamiento y la acción, al mismo tiempo que se incursiona en espacios públicos y políticos más amplios, que permitan negociar y consensuar las propuestas y agendas que la mayoría de las mujeres necesita.
Los países donde el fenómeno adquirió mayor extensión son brasil, méxico, perú y chile. Resulta característico la evolución alcanzada en países como cuba y nicaragua, donde la lucha de las mujeres organizadas es significativa, a pesar de que éstas no siempre se definan como feministas.
Pese a las crisis señaladas, la importancia que adquiere el feminismo del continente americano se puede visualizar a partir del constante incremento en la participación de mujeres en encuentros feministas internacionales que se realizan desde 1981 en distintos países de la región, así como de las numerosas redes temáticas que se articulan internacionalmente (violencia, salud, medio ambiente, etc.)
“Feminazi”
Hoy en día ha nacido un nuevo término ya antes mencionado, el “feminazi”, que muchas salen a gritos cuando se le nombra pero la pregunta del día es: ¿qué es? ¿qué lo diferencia con feminista?
Feminazi: se utiliza para las mujeres extremistas en busca de guerra de géneros, como por ejemplo: piden equidad cuando les conviene y pretenden estar por encima del hombre, o sea es lo semejante al machismo pero en versión femenina ya que el machismo proclama la superioridad del hombre por encima de la mujer y frecuentemente conlleva actitudes violentas. Una feminazi no tiene límites e intenta sobrepasar leyes sociales.
La mayoría de las veces, quienes usan la palabra “feminazi” para atacar no saben explicar exactamente qué es lo que les molesta del feminismo; ya sea porque carecen del vocabulario y del conocimiento para expresarlo, o porque, muy en el fondo, se sienten amenazados por el movimiento feminista.
La palabra feminazi ha ido extendiéndose en las últimas décadas como forma de referirse de manera algo ambigua a mujeres que creen en la superioridad de su sexo frente al de los hombres y que quieren imponerse a estos usando práctica totalitarias.