¿Porqué superar una separación?

Una separación entre parejas no es nada fácil, sin embargo, habrá que tomar en cuenta diferentes factores para sobre llevar la situación dolorosa y traumática que muchas de las veces se va cargando durante tanto tiempo debido a la falta de ayuda psicológica. Para ello, primeramente habrá que RECONOCER que salir de esta situación no se puede sólo(a), y QUE EXISTE UN PROBLEMA REAL DE SENTIMIENTOS ENCONTRADOS. Aunque la separación supone una ruptura de la relación, siempre puede haber marcha atrás y esa esperanza se mantiene durante largos periodos de tiempo. Tarde o temprano llega el divorcio legal y hay que firmar los papeles: es el momento de enfrentarse a una situación que en muchos casos se ha dejado aparcada y sin solución. Aparecerán muchas dudas al respecto y se sufrirá un duelo por la pérdida de esa relación o de esa pareja. Hasta que no se elabora este duelo, no se superará la ruptura al 100%. A pesar de que muchas parejas rehacen sus vidas en el tiempo en el que esperan el divorcio legal, el momento de la firma de papeles remueve muchas experiencias y recuerdos y resulta duro para ambas partes, especialmente si es un divorcio sin acuerdo y uno de los miembros no desea la separación.
CAMBIOS EN LA VIDA FAMILIAR.
El progenitor que abandone el hogar será el que vera menos a los hijos ya que el otro compartirá con ellos. De la separación no solo sale afectada la pareja si no también los hijos ya que ellos están acostumbrados a vivir con sus dos padres y tienen una rutina de vida que cuestan mucho abandonar. Los padres ahora no solo tienen que lidiar con su pena o rabia por esta separación sino que también con la pena, la rabia o la culpa que los hijos puedan sentir. En la mayoría de los casos son las madres quienes se quedan con los hijos. Algunos niños pueden presentar depresión infantil o fracaso escolar. Hay que informar al colegio de la situación que está ocurriendo para que puedan recibir más ayuda para superar la situación.
FASES DE LA SEPARACIÓN:
En los primeros días antes o después de la firma de papeles, se vivirá en gran medida toda la parte emocional, llanto, pena, preocupación, preguntas sobre el porqué de la situación, rememoración de momentos pasados, culpabilidades, etc. Cuando pasamos por una etapa altamente emocional y estamos deprimidos, angustiados, etc., es mejor no tomar decisiones importantes porque podemos equivocarnos: nuestra culpabilidad o nuestra responsabilidad nos puede hacer tomar decisiones erróneas de las que nos arrepentiremos más adelante. Si la situación se presenta de forma precipitada no hay que tomar decisiones: hay que buscar ayuda y asesorarse necesariamente con un profesional que nos ayude.
SEGUNDA FASE DEL DUELO.
Una vez superada esta primera fase se comienza una segunda etapa en la que la persona empieza a aceptar lo sucedido. Poco a poco se va adaptando a su nueva situación y aparecen nuevas preocupaciones como las pérdidas económicas, materiales, de propiedades. Muchas personas aceptan sin luchar los pormenores de la separación: en muchos casos pierden, así, gran parte de sus derechos. Esto se debe a que toman decisiones en un momento poco adecuado.
CONTROLAR LOS ATAQUES DE CULPABILIDAD.
Se pueden sentir ataques de culpabilidad o responsabilidad por lo sucedido. Es frecuente pasar noches enteras pensando qué es lo que hemos hecho mal, porqué nos salió mal, porqué hemos fracasado: echarnos la culpa de lo sucedido no va a solucionar la situación por lo que no hemos de hacerlo. Sentirse culpable no sirve para nada, incluso cuando lo seamos. La culpabilidad es un sentimiento que paraliza a la persona y que no la deja evolucionar en su duelo y pasar página.
MUJER ANTE LA SEPARACIÓN.
El conflicto de pareja a menudo comporta una pérdida de autoestima que hace que las mujeres se encierren en sí mismas. Por ello, se hace necesario que la mujer pueda salir de este aislamiento y hable con personas que saben cómo tratar el tema. También la ayuda de psicólogos profesionales que están fuera de la turbulencia emocional es necesaria para a tomar conciencia del mismo y para valorar su magnitud.